Multidimensión de significados y aplicaciones: Navasana y variantes arqueras
Las asanas de equilibrio requieren:
Centrarse en un punto, invocar a la ligereza, suavidad, mantener sin tensión, reajustes y sonreír.
Y ¿Cómo aplicamos esto en nuestra vida diaria?
En el equilibrio emocional: en el saber tus sentimientos, que estos no te ahoguen, dejarlos salir después de lo dicho anteriormente, soltar expectativas, escuchar la respuesta para adecuarse y aceptar.
En el equilibrio mental: enfocarte en una idea, no creer que es absoluta, no imponer, no forzarla, ver como encaja con todo lo demás y dar la bienvenida a otras ideas.
En el equilibrio económico: Ver lo que tienes, valorarlo, ver las posibilidades que tiene, sentir satisfacción, marcarte nuevos objetivos y cultivar la paciencia.
Vemos como los mismos puntos que se aplican durante el desarrollo de una posición física se pueden extrapolar a otros aspectos de la vida y el ser.
El equilibrio es como caminar al filo de una navaja, es un estado de alerta constante que hay que conseguir realizar sin tensión. Si ese reequilibrio no puede mantenerse de forma relajada de forma continua, hay que aprender a soltar y tensar, hay que cultivar la compensación para mantenerse en ese «difícil» equilibrio.
Post escrito por: Thiferet Ana- http://yogayconsciencia.blogspot.com/
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